En un acto de represalia por la muerte de nueve soldados turcos, el gobierno de Turquía ha llevado a cabo una serie de ataques aéreos en el norte de Irak y Siria. Estos ataques han tenido como objetivo principal a grupos kurdos en la región y se han dirigido a múltiples localidades, incluyendo Metina, Hakurk, Gara, Qandil y Asos en el norte de Irak, así como objetivos en el norte de Siria.
Turquía bombardea «objetivos terroristas» kurdos en Irak y Siria
El ejército turco ha afirmado haber alcanzado 24 objetivos en total, que incluyen cuevas, refugios, depósitos de armas y municiones, viviendas y fábricas de gas que se utilizan por el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), un grupo considerado como terrorista por Turquía y sus aliados occidentales. Los ataques también han tenido como objetivo a las Unidades de Protección Popular (YPG), una milicia kurda siria que forma parte de las fuerzas aliadas de Estados Unidos en la lucha contra el Estado Islámico. Turquía considera a las YPG como terroristas.
El domingo temprano, se anunció que 23 objetivos habían sido destruidos en el norte de Siria, incluyendo bases y depósitos de armas. Previamente, Turquía había informado sobre la destrucción de 54 objetivos en Siria e Irak pertenecientes al PKK y las YPG.
Los ataques aéreos se producen después de una serie de enfrentamientos en los que nueve soldados turcos perdieron la vida. Estos enfrentamientos se llevaron a cabo con presuntos combatientes del PKK en una base militar turca en el norte de Irak.
Es importante destacar que el PKK ha sido considerado como un grupo terrorista por Turquía y muchos de sus aliados occidentales. Por otro lado, las YPG han desempeñado un papel clave en la lucha contra el Estado Islámico en Siria, siendo aliados de Estados Unidos en esta batalla.
Los ataques aéreos llevados a cabo por Turquía son un reflejo de la tensión y el conflicto latente entre el gobierno turco y los grupos kurdos en la región. Ankara ha realizado ataques aéreos con frecuencia contra los combatientes kurdos en el norte de Irak, en la región autónoma del Kurdistán. Esta situación ha generado un ambiente de conflicto continuo, con consecuencias para la población civil y la estabilidad de la región.
El conflicto entre Turquía y los grupos kurdos en la región tiene raíces históricas profundas. Los kurdos han buscado durante mucho tiempo un reconocimiento y una autonomía más amplia dentro de los estados en los que se encuentran, mientras que Turquía ha tratado de mantener su integridad territorial y sofocar cualquier aspiración separatista.
La situación se ha vuelto aún más compleja con el conflicto en Siria y la lucha contra el Estado Islámico. Los kurdos han sido un actor clave en la lucha contra este grupo extremista, y las YPG han recibido apoyo de Estados Unidos. Sin embargo, esto ha generado tensiones con Turquía, que ve a las YPG como aliadas del PKK y una amenaza a su seguridad.