Un importante aumento en la capacidad defensiva rusa genera preocupaciones en Ucrania
En una muestra más de su creciente enfoque en la defensa aérea, la Federación de Rusia ha anunciado planes para adquirir más de 1.000 misiles antiaéreos 40N6 de largo alcance para su sistema de misiles antiaéreos S-400. Esta noticia ha generado alarmas importantes en Ucrania, ya que limita el alcance operativo de su aviación táctica. A medida que Rusia continúa fortaleciendo su capacidad defensiva, el Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania ha manifestado preocupación por la construcción de estos misiles 40N6, considerándolos una amenaza aérea para su país.
El sistema de misiles antiaéreos S-400 de Rusia ha demostrado ser una herramienta formidable en la defensa de su espacio aéreo. La capacidad de este sistema para identificar y derribar objetivos aerodinámicos desde un alcance de hasta 380 kilómetros, así como objetivos balísticos a 15 kilómetros, ha hecho que sea altamente codiciado en la comunidad militar. Ahora, con la adquisición de más de 1.000 misiles antiaéreos 40N6 de largo alcance, Rusia busca fortalecer aún más su capacidad defensiva.
La intención de la Federación de Rusia es establecer hasta 56 divisiones de sistemas de defensa aérea S-400 para 2027. Esto indica un claro compromiso con la protección de su espacio aéreo y la capacidad de rechazar cualquier posible amenaza. Sin embargo, para Ucrania, esta expansión de las capacidades defensivas rusas plantea preocupaciones significativas.
La construcción de los misiles 40N6 del sistema S-400 representa una amenaza aérea tangible para Ucrania. El alcance operativo limitado de la aviación táctica ucraniana se ve aún más restringido con la adquisición de estos misiles. La capacidad de atacar objetivos aerodinámicos a una distancia de hasta 380 kilómetros es una clara advertencia para cualquier potencial agresor.
El misil 40N6 tiene un peso de lanzamiento de 1,8 toneladas, una longitud de fuselaje de 7,8 metros y es capaz de alcanzar velocidades de hasta 4.300 km/h. Su sistema de guía mixto, que incluye modos activo y semiactivo, le permite tener un mayor alcance y precisión en el ataque a objetivos. Además, el avión de vigilancia por radar A-50U ha sido adaptado para dirigir y designar objetivos aéreos para estos misiles 40N6.
La adquisición de estos misiles antiaéreos no solo tiene implicaciones para Ucrania, sino que también refleja el enfoque de Rusia en fortalecer su capacidad defensiva en medio de la incertidumbre geopolítica actual. La construcción de un nuevo edificio de producción en Moscú para el consorcio Almaz-Antey sugiere que la capacidad de esta instalación puede extenderse más allá de la fabricación de sistemas de defensa aérea.
Si bien el edificio está finalizado, el montaje de la línea de producción todavía continúa, lo que retrasa el inicio de las operaciones de producción. Sin embargo, una vez en marcha, esta instalación permitirá el ensamblaje y producción de partes importantes del sistema S-400.
La adquisición de más de 1.000 misiles antiaéreos de largo alcance para su sistema S-400 demuestra el enfoque de Rusia en fortalecer su capacidad defensiva. Sin embargo, esta expansión plantea preocupaciones importantes para Ucrania, ya que limita aún más el alcance operativo de su aviación táctica. Con los misiles 40N6, Rusia tiene una capacidad considerable para atacar objetivos aerodinámicos y balísticos desde distancias significativas. A medida que Rusia continúa fortaleciendo su capacidad defensiva, queda por ver cómo responderán otros actores en la escena geopolítica.