Reino Unido realiza una prueba exitosa de arma láser contra objetivos aéreos

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El Reino Unido ha llevado a cabo con éxito la prueba de un arma láser de alta potencia, denominada DragonFire, capaz de neutralizar objetivos aéreos. Este avance tecnológico pone al país europeo en la vanguardia del desarrollo de armas de energía dirigida, una tendencia que otros países también están siguiendo.

La prueba del DragonFire ha demostrado su poder destructivo, siendo capaz de derribar drones a varios kilómetros de distancia y con una precisión sorprendente. El sistema cuenta con una potencia de 50 kW y se ha informado que ha impactado objetivos tan pequeños como una moneda de una libra esterlina a un kilómetro de distancia.

El costo operativo de esta arma láser es notablemente más bajo que el de los misiles tierra-aire, lo que la convierte en una opción más económica para la defensa aérea. Además, su eficacia ha sido destacada, aunque puede verse limitada por condiciones climáticas adversas.

El Ministro de Defensa británico, Grant Shapps, ha comentado que este avance tiene el potencial de reducir la dependencia de municiones costosas y el riesgo de daños colaterales, lo que lo convierte en una valiosa herramienta para las futuras capacidades de defensa aérea del ejército británico y la Royal Navy.

Cabe destacar que este avance no ha pasado desapercibido en el contexto internacional. Estados Unidos lidera el desarrollo de armas de energía dirigida y ha entregado al Pentágono un cañón láser denominado «Phantom». Otros países, como Israel, Francia, Alemania y Rusia, también han desarrollado sus propias armas de energía dirigida.

China, por su parte, ha anunciado el desarrollo de una tecnología revolucionaria basada en investigaciones de la Universidad de Changsha, aunque aún se desconoce detalles específicos sobre esta tecnología.

En el caso del Reino Unido, el gobierno ha invertido £100 millones en el programa «DragonFire», y se espera que esta inversión continúe en el futuro para seguir avanzando en el desarrollo de esta tecnología.

El DragonFire se espera que sea instalado en vehículos blindados Wolfhound y fragatas Tipo 23, lo que permitirá su despliegue tanto en tierra como en el mar. Esto ampliará significativamente las capacidades de defensa aérea del país.