Antecedentes históricos
En 1807, España y Francia firmaron el Tratado de Fontainebleau, que permitía a las tropas francesas atravesar territorio español para invadir Portugal. Sin embargo, Napoleón aprovechó la situación para ocupar España y forzar la abdicación del rey Carlos IV en favor de su hijo Fernando VII. Posteriormente, Napoleón impuso a su hermano José Bonaparte como rey de España.
Esta situación provocó un levantamiento popular en todo el país, conocido como la Guerra de la Independencia Española (1808-1814). Uno de los episodios más destacados de este conflicto fue la reconquista de Vigo por parte de sus habitantes en 1809.
El papel histórico de la muralla de Vigo
El último acontecimiento histórico significativo en el que la muralla desempeñó un papel crucial fue la Reconquista de Vigo (1809), un episodio victorioso dentro de la guerra por la independencia española contra las fuerzas napoleónicas. Esta proeza, llevada a cabo por los habitantes vigueses y las milicias formadas por opositores a la ocupación francesa, le valió a Vigo el título honorífico «Ciudad fiel, leal y valerosa» al año siguiente.
La victoria tuvo una gran relevancia ya que demostró que era posible vencer al imperio napoleónico e infundir moral a los sublevados para continuar con sus esfuerzos hacia otras ciudades y villas. Sin embargo, como todas las guerras, también trajo consigo pérdidas humanas y materiales así como deterioro en las condiciones generales vida.
La lucha contra Napoleón: Mayo-Diciembre 1808
La resistencia contra Napoleón comenzó en Madrid durante mayo del año 1808. Ante el éxito inicial obtenido por los españoles -apoyados por Inglaterra-, Napoleón llegará personalmente ese mismo otoño para intentar contener dicha sublevación. En diciembre se produce una retirada inglesa hacia A Coruña y Vigo mientras son perseguidos estrechamente por las tropas francesas.
El 16 de enero del año siguiente tiene lugar uno de los enfrentamientos más importantes de este periodo: la batalla de Elviña, en A Coruña. Tras la derrota sufrida, diversas ciudades gallegas como Santiago, Ferrol y Mondoñedo capitulan ante las fuerzas invasoras. Ante estos hechos alarmantes, Vigo se prepara para hacer frente a los franceses.
La organización defensiva en Vigo
Tras una revuelta vecinal que culminó con el reemplazo de las principales autoridades locales, se crea la Junta de Defensa de Vigo. Tanto autoridades como ciudadanos colaboran para organizar un plan defensivo y posicionar adecuadamente sus recursos militares -principalmente artillería-. Sin embargo, apenas cuentan con menos 300 hombres entre soldados y voluntarios sin experiencia previa en combate.
La llegada de las tropas francesas y la rendición de Vigo
El 31 de enero de 1809, una avanzada de caballería francesa llegó al Areal, seguida por dos escuadrones de húsares. Estos soldados solicitaron la rendición inmediata del pueblo, sus plazas y fuertes. Sin embargo, los vecinos se negaron a permitirles entrar fácilmente.
Ante esta situación, las autoridades locales intervinieron para calmar a la población. El gobernador militar Juan Villavicencio convenció a los habitantes sobre lo insensato que sería resistirse frente al poderío francés. Finalmente, ese mismo día firmaron un acuerdo para rendirse pacíficamente.
El abandono del pueblo por parte del ejército vigués
Mientras tanto, los soldados españoles abandonaron el lugar por otra puerta distinta a la entrada principal (A Gamboa), con el objetivo de unirse a otras milicias dispuestas a luchar contra las fuerzas napoleónicas.
Febrero 1809: Ocupación francesa en Vigo y comienzo de la resistencia local
Los primeros días del mes siguiente presenciaron cómo unos 1200 efectivos galos tomaron control total sobre Vigo. El gobernador fue obligado a entregar todas las armas disponibles en el baluarte A Laxe para su posterior incineración.
Sin embargo, no todo iba según lo planeado para los invasores; debido al mal estado de los caminos, no pudieron transportar los tesoros saqueados a Portugal. Además, el abastecimiento y la atención médica se convirtieron en problemas serios para ellos.
Organización de la resistencia contra las fuerzas francesas
A pesar de la ocupación, el espíritu de lucha entre los habitantes locales nunca decayó. El 14 de febrero se llevó a cabo una reunión secreta en casa del alcalde Cayetano Pérez de Limia con otros líderes locales como Francisco Javier Vázquez Varela y el párroco de Bouzas. Juntos comenzaron a planificar una sublevación contra las fuerzas napoleónicas.
Acciones encubiertas por parte del pueblo vigués
La población local no tardó en ponerse manos a la obra: ocultaban víveres para dificultar aún más el abastecimiento francés; robaban armas siempre que podían; enviaban mensajes secretos al exterior para coordinarse con otras milicias anti-francesas e incluso algunos religiosos recorrían las aldeas cercanas llamando a unirse a la revuelta.
Marzo 1809: Sublevación en Zamáns y la reunión con los abades
En marzo de 1809, Joaquín Tenreiro logró reunir a unos 3.000 hombres en el valle Miñor para luchar contra las fuerzas francesas que ocupaban Vigo. El día 12, se reunió con los abades de Valadares y Fragoso en Zamáns, donde acordaron llevar a cabo la reconquista de la ciudad gallega. Pocos días después, el capitán Pablo Morillo llegó para asumir el mando del ejército sublevado.
El cerco a Vigo comienza
El 14 de marzo, las milicias rodearon Vigo cerrando todos sus accesos y comenzó el cerco. Los enfrentamientos entre los sublevados y las tropas francesas eran constantes cuando estos últimos salían para aprovisionarse. El día 19 ocurrió un combate especialmente sangriento cerca del castillo del Castro, lo que llevó a las milicias a solicitar la rendición al gobernador francés Chalot quien se negó rotundamente.
Asesinato trágico en una taberna viguesa
La tensión aumentaba por momentos entre ambas partes durante esos días; esa misma noche tres soldados franceses asesinaron brutalmente a tres vecinos vigueses dentro una taberna local. Los cuerpos fueron encontrados enterrados cerca del baluarte A Laxe.
Escasez e intentos fallidos por parte francesa
A medida que pasaban los días, las condiciones empeoraban para los franceses, quienes sufrían escasez de víveres y se veían obligados a asaltar casas en busca de alimento. Los vecinos afectados denunciaron estos hechos ante las autoridades galas sin éxito.
El 23 de marzo, se solicitó nuevamente la rendición a Chalot, quien respondió con evasivas mientras esperaba refuerzos. Sin embargo, las fragatas inglesas Lively y Venus llegaron para colaborar en la Reconquista junto a los sublevados.
La organización del asalto final
El día 27, Morillo exigió una vez más la rendición e informó sobre el inminente ataque que llevaría a cabo su ejército. Con sus hombres ansiosos por luchar y recuperar Vigo, ordenó acercarse a las murallas para iniciar el asalto.
Una victoria rápida pero costosa
El combate comenzó esa misma noche y duró poco más de una hora. Los sublevados lograron derribar parte de las murallas utilizando escaleras y fuego contra los franceses atrincherados dentro del castillo San Sebastián y la batería A Laxe.
Durante este enfrentamiento ocurrió el legendario acto heroico del anciano marinero Carolo quien murió intentando derribar con un hacha la puerta Gamboa. Bernardo González del Valle -”Cachamuiña”-, capitán de milicias, tomó el relevo consiguiendo derrumbarla antes caer herido por cuatro disparos
Prisioneros franceses embarcan hacia Inglaterra
Al amanecer del día siguiente (28), Chalot entregaba finalmente la plaza a los sublevados. Se tomaron aproximadamente 1.400 prisioneros entre soldados y oficiales franceses, quienes fueron enviados a Inglaterra en las fragatas inglesas.
Con la toma del castillo O Castro, se puso fin a la ocupación francesa en Vigo. Los fallecidos durante estos enfrentamientos fueron enterrados en el arenal de Coia.
La reconquista de Vigo es un ejemplo claro de resistencia y lucha por la libertad que demuestra cómo una ciudad unida puede enfrentarse al poderío militar extranjero con éxito.
Consecuencias de la reconquista de Vigo
La victoria de los vigueses en la reconquista de su ciudad tuvo un impacto significativo en la moral de las fuerzas españolas y en el desarrollo de la Guerra de la Independencia. La noticia del levantamiento popular y la derrota de las tropas napoleónicas se difundió rápidamente por toda España, lo que animó a otras ciudades a seguir el ejemplo de Vigo.
Además, la captura del general Brenier permitió a los españoles obtener información valiosa sobre los planes y movimientos del ejército francés. Esto contribuyó a mejorar la estrategia militar española y a lograr victorias posteriores en la guerra contra Napoleón.
