En el segundo semestre de 2026, la Armada portuguesa espera contar con un nuevo buque que revolucionará la forma en que lleva a cabo sus operaciones en el mar. El buque, llamado «D. João II», será financiado por el Plan de Recuperación y Resiliencia (PRR) y se espera que entre en servicio en esa fecha tan esperada.
Con una longitud total de 107,6 metros, el buque funcionará como un ‘porta drones’ aéreo, terrestre y submarino, lo que le permitirá llevar a cabo una amplia gama de operaciones en el océano. Desde operaciones de emergencia y vigilancia, hasta investigaciones científicas y oceanográficas, así como el seguimiento medioambiental y meteorológico, el buque será una pieza clave en las actividades de la Armada portuguesa en el mar.
El D. João II también contará con capacidad para albergar a una tripulación de 48 personas, así como a otros 42 científicos y operadores de sistemas no tripulados, lo que demuestra su capacidad de trabajar de manera conjunta con personal especializado en diversas áreas. Además, proporcionará alojamiento temporal para aproximadamente 100 personas, lo cual será de suma importancia en situaciones de emergencia o despliegues prolongados.
La ceremonia de firma del contrato para la construcción del buque será un evento de gran relevancia, ya que contará con la presencia del Primer Ministro y la Ministra de Defensa. Dicha ceremonia se llevará a cabo en el Museu de Marinha, en la hermosa ciudad de Lisboa.
Este proyecto representa una inversión significativa de 94,5 millones de euros provenientes del PRR y una inversión estatal adicional de 37,5 millones. Sin duda, se trata de una apuesta fuerte por parte de Portugal para mejorar sus capacidades marítimas y mantenerse a la vanguardia en materia de investigación y tecnología en el océano.
El objetivo de esta inversión es abordar desafíos relacionados con el mar y aprovechar al máximo los recursos que Portugal tiene bajo su jurisdicción. Esto incluye el mapeo y la evaluación de recursos minerales y no renovables, mitigar las acciones humanas nocivas en el océano y producir conocimiento a través de la fusión de información. La importancia de estas áreas de investigación es fundamental para el desarrollo sostenible y la preservación del océano ante los retos del siglo XXI.
La Plataforma Naval Multifuncional (PNM), como se le conoce al nuevo buque, permitirá aumentar la capacidad de monitoreo de los océanos y la investigación oceanográfica. Esto se logrará a través del uso de tecnologías avanzadas, como sistemas robóticos y submarinos, que trabajarán en conjunto con el personal a bordo del buque.