La Royal Navy del Reino Unido, una vez orgullosa de su gran flota, se enfrenta a la triste realidad de tener que retirar prematuramente dos de sus fragatas debido a la escasez de marineros. Esta situación refleja la preocupante tendencia que ha experimentado la marina británica desde el final de la Guerra Fría, cuando contaba con una flota envidiable. Ahora, con la falta de personal y la disminución de unidades, es inevitable preguntarse si la Royal Navy está realmente preparada para enfrentar las amenazas actuales y llevar a cabo todas sus misiones de protección marítima y actividades en el Indo-Pacífico, entre otros.
La Royal Navy, en 1982, antes de la Guerra de las Malvinas/Falklands, tenía una amplia flota compuesta por tres portaaviones, dos buques de asalto anfibio, cincuenta y tres fragatas, trece destructores, un crucero y varias lanchas patrulleras y edificios dedicados a la guerra contra las minas. Sin embargo, desde entonces, ha sufrido una constante disminución de sus capacidades, al punto de que en 2016 un informe parlamentario expresó su preocupación por esta tendencia preocupante.
El debate sobre el tamaño y la capacidad de la Royal Navy se intensificó en 2019, luego del incidente en el cual el petrolero Stena Impero fue abordado por Irán. Este incidente puso de relieve la falta de recursos de la marina británica para afrontar las amenazas y sus posibilidades limitadas de protección marítima. Actualmente, la Royal Navy cuenta con diecinueve buques de superficie de primera categoría, incluyendo seis destructores Tipo 45 y trece fragatas Tipo 23. Sin embargo, se ha anunciado la retirada anticipada de las fragatas Tipo 23HMS Monmouth en 2021 y HMS Montrose en 2023.
Además, se teme que se pierdan dos unidades más, el HMS Westminster y el HMS Argyll, junto con los dos últimos buques de asalto anfibio, HMS Albion y HMS Bulwark. Estas retiradas anticipadas se deben a los problemas de reclutamiento de la Royal Navy, que ha experimentado una disminución del 22,1% en las incorporaciones en 2023. Esta falta de personal ha llevado a la marina a suspender barcos poco después de costosas reparaciones, lo que ha generado críticas y cuestionamientos sobre la gestión de la flota.
La situación se agrava aún más con la demora en la disponibilidad operativa de las nuevas fragatas de la serie Tipo 26. La primera fragata, la HMS Glasgow, no estará lista hasta 2028, y las siguientes no lo estarán antes de 2030. Esta falta de capacidad operativa a largo plazo plantea interrogantes sobre la capacidad de la Royal Navy para cumplir con sus responsabilidades en un escenario de seguridad en constante cambio.
«La Royal Navy se encuentra en una situación precaria debido a la falta de recursos y personal. Necesitamos una marina fuerte y capaz para proteger nuestros intereses a nivel mundial».Almirante Alan West
En respuesta a estas preocupaciones, John Healey, jefe de asuntos militares del Partido Laborista, ha criticado al gobierno por no abordar adecuadamente los problemas de defensa y garantizar la capacidad operativa de la Royal Navy. Algunos expertos, como el almirante Alan West y el ex presidente del Comité Selecto de Defensa del Parlamento, Tobias Ellwood, también han expresado su preocupación por la falta de recursos de la marina británica frente a las amenazas actuales.
Ante estas críticas, el Ministerio de Defensa británico ha declarado que revisa constantemente las necesidades de la Royal Navy y se compromete a proporcionar las capacidades necesarias. Sin embargo, la retirada prematura de fragatas y la falta de personal plantean serias dudas sobre la capacidad de la marina para cumplir con su misión y proteger los intereses del Reino Unido en aguas nacionales e internacionales.
«El gobierno ha ignorado durante demasiado tiempo los problemas de defensa del Reino Unido, incluida la falta de marineros en la Royal Navy. Esto pone en peligro nuestra seguridad y pone en duda nuestra capacidad para enfrentar las amenazas actuales».John Healey, jefe de asuntos militares del Partido Laborista