La Fuerza Aérea de los Estados Unidos elige a Lockheed Martin para desarrollar un vehículo de reentrada de la próxima generación de misiles balísticos intercontinentales

La Fuerza Aérea de los Estados Unidos ha otorgado a la empresa de defensa Lockheed Martin un contrato de maduración tecnológica y reducción de riesgos por casi mil millones de dólares para desarrollar un nuevo vehículo de reentrada para el misil balístico intercontinental (ICBM) Sentinel LGM-35A. Este contrato exclusivo marca un hito en los esfuerzos del país por modernizar su arsenal nuclear y garantizar la seguridad nacional. La decisión de la Fuerza Aérea de trabajar con Lockheed Martin se basa en su experiencia y trayectoria en la industria de defensa, y se espera que el proyecto resulte en un avance significativo en la tecnología de vehículos de reentrada nuclear.

Lockheed Martin, una de las principales empresas de defensa de los Estados Unidos, ha sido seleccionada por la Fuerza Aérea para desarrollar un nuevo vehículo de reentrada que se integrará con el misil balístico intercontinental Sentinel. Este proyecto exclusivo, financiado con casi mil millones de dólares, tiene como objetivo modernizar el arsenal nuclear del país y garantizar su capacidad disuasoria. El contrato de maduración tecnológica y reducción de riesgos fue otorgado a Lockheed Martin de manera exclusiva, sin la participación de otros competidores.

El vehículo de reentrada, conocido como Mk21A, albergará una ojiva nuclear modernizada denominada W87-1. Se espera que ambas tecnologías se integren para el año fiscal 2030, lo que permitirá a la Fuerza Aérea mejorar su capacidad de respuesta y disuasión.

Esta iniciativa forma parte de los esfuerzos en curso de la Fuerza Aérea para modernizar su arsenal nuclear. Además del desarrollo del vehículo de reentrada Mk21A, la Fuerza Aérea está llevando a cabo una investigación de mercado para desarrollar un nuevo vehículo de reentrada de próxima generación. Estos avances tecnológicos son esenciales para garantizar la eficacia y la seguridad de las armas nucleares de los Estados Unidos.

«Este contrato es un gran hito en nuestro camino hacia la modernización nuclear», dijo el general de brigada John E. Shaw, comandante de la 20ª Fuerza Aérea. «Estamos comprometidos en mantener una disuasión creíble y efectiva, y trabajar con Lockheed Martin nos permitirá seguir avanzando en esa dirección».

Además de los vehículos de reentrada, la Fuerza Aérea también está modernizando sus plataformas aéreas que lanzan armas nucleares. El icónico bombardero B-52 está siendo actualizado y se está desarrollando un nuevo bombardero furtivo llamado B-21. Estos avances en la tecnología de las plataformas aéreas mejorarán la capacidad de la Fuerza Aérea para transportar y lanzar armas nucleares de manera segura y eficiente.

«Estamos honrados de haber sido seleccionados para este proyecto tan importante», declaró Valerie Smith, vicepresidenta de Lockheed Martin. «Nuestro equipo de ingenieros y científicos está ansioso por comenzar a trabajar en el diseño y desarrollo del vehículo de reentrada Mk21A. Estamos comprometidos en brindar la tecnología más avanzada y segura para fortalecer la seguridad nacional de los Estados Unidos».

El contrato otorgado a Lockheed Martin forma parte de un programa más amplio de modernización nuclear de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos. Este programa ha continuado bajo las administraciones de Obama, Trump y Biden, lo que subraya la importancia estratégica y la necesidad de mantener una disuasión nuclear creíble.

Además del desarrollo de vehículos de reentrada, la administración de Biden también ha anunciado su intención de perseguir un nuevo diseño de bomba nuclear de gravedad llamada B61-13. Esta medida responde a la Revisión de la Postura Nuclear de 2022 del Departamento de Defensa, que busca fortalecer la capacidad nuclear de los Estados Unidos y mantenerla a la vanguardia de la tecnología.

El contrato otorgado a Lockheed Martin para desarrollar un nuevo vehículo de reentrada nuclear es un paso crucial en el proceso de modernización de las capacidades nucleares de los Estados Unidos. Este proyecto exclusivo garantizará que la Fuerza Aérea pueda mantener una disuasión nuclear creíble y proteger la seguridad nacional. Los avances tecnológicos en los vehículos de reentrada y las plataformas aéreas garantizarán que los Estados Unidos sigan siendo líderes en la tecnología nuclear y puedan enfrentar las amenazas del siglo XXI.