La Dirección Principal de Inteligencia de Ucrania expone las fallas técnicas y la escasez de repuestos en la aviación civil rusa en una operación cibernética sin precedentes.
La Dirección Principal de Inteligencia de Ucrania ha llevado a cabo una audaz y secreta operación cibernética contra Rusia. En un golpe sorpresa, oficiales de inteligencia ucranianos lograron piratear la Agencia Federal de Transporte Aéreo de Moscú y obtener un tesoro de documentos clasificados sobre la aviación civil en Rusia. Los documentos revelan un preocupante panorama detrás de los aviones que surcan el cielo ruso: fallos técnicos, falta de especialistas, escasez de repuestos y la dependencia de otros países para el mantenimiento de su flota aérea.
La agencia de inteligencia ucraniana logró infiltrarse en la Agencia Federal de Transporte Aéreo de Moscú y extraer una gran cantidad de documentos oficiales clasificados que arrojan luz sobre el estado lamentable de la aviación civil en Rusia. Los documentos revelan que, en los primeros nueve meses de 2023, se registraron más de 150 casos de fallos técnicos de aviones en Rusia, lo que pone en riesgo la seguridad de los pasajeros. Desde problemas en los motores hasta fallas en el tren de aterrizaje, la flota aérea rusa se enfrenta a numerosos desafíos que amenazan la integridad de sus vuelos.
En el centro de estos problemas se encuentra el Sukhoi Superjet 100, el avión ruso con mayor cantidad de problemas técnicos, con 34 casos reportados en un período de 18 meses. Estos incidentes plantean serias preocupaciones sobre la calidad y el mantenimiento de la flota aérea rusa. Según los documentos obtenidos, Rusia está teniendo dificultades para dar servicio a aviones con largas horas de vuelo, lo que resulta en problemas recurrentes que ponen en peligro a los pasajeros.
Además de los problemas técnicos, los documentos revelan una falta de especialistas en la industria de la aviación rusa. La escasez de personal capacitado ha llevado a que los aviones tengan que ser trasladados con frecuencia a Irán para su mantenimiento. Esta dependencia de otros países socava la soberanía y la seguridad de la aviación rusa, y plantea interrogantes sobre la capacidad del país para mantener y operar su propia flota aérea.
La escasez de repuestos en Rusia ha llevado a una práctica conocida como el «canibalismo aéreo». Al enfrentarse a una falta de piezas de repuesto, algunos aviones son desmantelados para reparar otros aviones en funcionamiento. Esta solución improvisada no solo afecta la calidad y la confiabilidad de la flota, sino que también se traduce en costos adicionales y un mayor riesgo para los pasajeros.
«Estos documentos son una señal de alerta para la comunidad internacional. Rusia se enfrenta a una crisis inminente en su aviación civil, y esto no solo afecta a su soberanía, sino también a la seguridad de los pasajeros.» – Analista de seguridad aérea.
Las sanciones impuestas contra Rusia también han tenido un impacto significativo en la aviación civil del país. Por ejemplo, según los documentos filtrados, la mayoría de los aviones soviéticos An-2 en Rusia no pueden despegar debido a que sus motores se producen en Polonia y el suministro fue interrumpido debido a las sanciones. Esto ha dejado a muchos aviones en tierra, debilitando aún más la ya frágil situación de la aviación civil rusa.
La operación cibernética de Ucrania ha expuesto la cruda realidad de la aviación civil en Rusia, revelando una industria plagada de problemas técnicos, falta de especialistas y dependencia de otros países para mantener su flota aérea. La seguridad de los pasajeros está en riesgo, y Rusia se encuentra al borde del colapso en su aviación civil. Las revelaciones obtenidas a través de esta operación cibernética no solo tienen implicaciones políticas, sino que también arrojan luz sobre la importancia de abordar los problemas en la industria de la aviación para garantizar la seguridad de los viajeros.