La Armada de Brasil da inicio a la construcción de un submarino de propulsión nuclear

La Armada de Brasil celebró una ceremonia en el Complejo Naval de Itaguaí para marcar el inicio de la construcción de un submarino de propulsión nuclear, en el marco del programa PROSUB del país. El programa tiene como objetivo construir una flota de cuatro submarinos clase Scorpene y un barco de propulsión nuclear. El primer Scorpene, llamado Riachuelo, hizo su debut en aguas sudamericanas durante el ejercicio naval Tropicalex 2023.

La mayoría de las naciones sudamericanas dependen aún de submarinos antiguos y no ven muchas razones para actualizar sus flotas en un futuro cercano. Sin embargo, Brasil está fortaleciendo su armada por motivos de precaución y para proteger sus recursos naturales en las aguas brasileñas.

El submarino nuclear Álvaro Alberto, que se espera sea lanzado en 2033, es considerado como la «joya de la corona» de la Armada de Brasil. Este submarino jugará un papel crucial en la estrategia de defensa del país y en su capacidad de proyección de poder en la región.

Otras flotas submarinas en Sudamérica:

Otros países sudamericanos, como Chile, Perú y Colombia, también tienen flotas submarinas compuestas en su mayoría por submarinos antiguos. Sin embargo, estas naciones podrían enfrentar dificultades para mantener sus flotas operativas debido a la falta de inversión y recursos.

Argentina y Venezuela también tienen flotas submarinas, pero se enfrentan a desafíos particulares. Argentina ha tenido dificultades financieras para mantener su flota en condiciones operativas y Venezuela, debido a su situación política y económica, enfrenta restricciones para acceder a repuestos y servicios de mantenimiento.

En este contexto, Brasil desmanteló recientemente uno de sus submarinos, el Tamoio, y se ha planteado la posibilidad de venderlo a otras naciones sudamericanas interesadas en modernizar sus flotas.

A pesar de estos desafíos, una subfuerza naval brasileña más fuerte se considera positiva para América del Sur en general. Esto brinda una mayor seguridad regional y contribuye a la estabilidad en la región, siempre y cuando no cambien los vientos geopolíticos que han afectado históricamente a Sudamérica.

La construcción del submarino de propulsión nuclear en el Complejo Naval de Itaguaí marca un hito importante para la Armada de Brasil y para el programa PROSUB del país. A medida que Brasil fortalece su armada, se espera que el submarino nuclear Álvaro Alberto sea una pieza clave en sus capacidades de defensa y proyección de poder.

Aunque la mayoría de las naciones sudamericanas aún dependen de submarinos antiguos, Brasil ha decidido invertir en tecnología de vanguardia para proteger sus recursos naturales en las aguas brasileñas. Esta decisión puede marcar una diferencia en la región y promover una mayor estabilidad y seguridad.

La venta del submarino desmantelado Tamoio a otras naciones sudamericanas interesadas en modernizar sus flotas es una opción que podría beneficiar a todas las partes involucradas.

La construcción de un submarino de propulsión nuclear en Brasil y el fortalecimiento de su armada son movimientos estratégicos que buscan proteger los intereses del país y promover la estabilidad regional. La llegada del submarino nuclear Álvaro Alberto en 2033 demostrará la capacidad de Brasil para desarrollar tecnología de vanguardia y su compromiso con la seguridad en América del Sur.