La Armada francesa ha emprendido un desafío sin precedentes en busca del control total de los fondos marinos. En febrero de 2022, el Ministerio de las Fuerzas Armadas adoptó una estrategia para el control de los fondos marinos, con el objetivo de proteger las instalaciones estratégicas y los recursos naturales valiosos que se encuentran en el lecho marino. La Armada busca actuar hasta una profundidad de 6.000 metros para el año 2026, lo que permitiría una verdadera libertad de acción en el mar.
La Armada francesa pretende controlar el fondo marino hasta 6.000 metros de profundidad
No obstante, este objetivo está lejos de ser sencillo de alcanzar. Tal como se evidenció en septiembre de 2022, con el sabotaje de los gasoductos Nord Stream en el mar Báltico, el fondo marino es vulnerable y puede ser objeto de ataques que afecten el suministro de energía y aumenten los costos en Europa. En este sentido, el control de las profundidades marinas es esencial para garantizar la seguridad y la estabilidad de la región.
El fondo marino alberga no solo instalaciones estratégicas como oleoductos, gasoductos y cables de telecomunicaciones, sino también recursos naturales valiosos. La lucha por el control de estos recursos ha llevado a la Armada francesa a buscar medios para explorar y actuar en las profundidades del océano. Actualmente, la Armada utiliza robots submarinos operados a distancia con capacidad para sumergirse hasta 2.000 metros. Sin embargo, esta capacidad limitada no satisface las necesidades actuales.
Es por ello que la nueva estrategia apunta a alcanzar los 6.000 metros de profundidad utilizando robots submarinos y drones avanzados. La Dirección General de Armamento (DGA) ha adjudicado contratos para el alquiler de drones submarinos capaces de sumergirse hasta los 6.000 metros, como el HUGIN Superior de Kongsberg Maritime. Estas misiones exploratorias junto con la DGA permitirán evaluar las capacidades de estos equipos y determinar su idoneidad para el propósito de controlar el fondo marino.
La Armada francesa también ha llevado a cabo misiones Calliope en las costas de Brest y el Mediterráneo, utilizando drones submarinos de Exail y Louis Dreyfus Travoyenne. Estos vuelos submarinos han permitido obtener información valiosa sobre las profundidades marinas y han demostrado la capacidad tecnológica de estos dispositivos. El Instituto Francés de Investigación para la Exploración del Mar ha alcanzado una profundidad de 5.970 metros con su dron submarino ULYx, lo que muestra avances significativos en la consecución del objetivo final.
Sin embargo, alcanzar los 6.000 metros de profundidad no es suficiente. La Armada francesa y la DGA tienen previsto desarrollar capacidades soberanas para un control pleno del fondo marino. Esto implica la creación de equipos dedicados y el desarrollo de dispositivos basados en los prototipos ya existentes. Estos esfuerzos se enmarcan en el plan de inversiones Francia 2030, que busca fortalecer las capacidades militares del país.
La búsqueda del control del fondo marino no es solo un objetivo técnico y estratégico, sino que también tiene un componente humano. En medio del caos de la guerra tecnológica submarina, es importante recordar que en las profundidades marinas también habita la humanidad. La lucha por el control del fondo marino no puede obviar la responsabilidad de proteger el medio ambiente y garantizar la sostenibilidad de los recursos naturales.