En medio del conflicto en Ucrania, el Kremlin está recurriendo a viejos almacenes, parques de vehículos y sitios de prueba para obtener el armamento necesario. Según informes, las fuerzas rusas han puesto en servicio los vehículos blindados BMD-3, una medida desesperada para compensar las pérdidas en la guerra contra Ucrania.
El BMD-3 es un vehículo de combate de infantería liviano y lanzable desde el aire, que ha sido empleado por las tropas rusas en el pasado. Combina un casco inspirado en el antiguo BMD-2 con la torreta y cañón automático de 30 milímetros del BMP-2 IFV. Aunque las fuerzas aerotransportadas rusas decidieron hace años que el BMD-3 no valía el costo de mantenerlo, la guerra en Ucrania ha cambiado esa decisión.
Déficit de vehículos blindados
La guerra en Ucrania ha llevado a una gran cantidad de pérdidas en vehículos blindados rusos, especialmente en los regimientos aerotransportados. Los BMD-2, utilizados ampliamente, han sufrido al menos 250 bajas, y el Kremlin ha tenido que reactivar los viejos BMD-3 para compensar esas pérdidas.
Elegancia y potencia
El BMD-3, a pesar de ser un vehículo mal protegido debido a su ligereza, ha sido elegido por su combinación de protección y potencia de fuego sin sacrificar la transportabilidad aérea. Aunque solo se produjeron 137 unidades antes del colapso de la Unión Soviética, han sido utilizados durante unos años antes de ser almacenados. Ahora, el Kremlin ha decidido ponerlos en servicio nuevamente.
«Los vehículos blindados de fabricación rusa, convertidos a partir de tractores blindados MT-LB, no han sido efectivos en la guerra contra Ucrania. El BMD-3, en cambio, es una opción más fiable y mejor armada», comentó un experto militar.
El futuro de los vehículos blindados
A medida que el número de BMD-3 disponibles disminuye, surge la pregunta de qué sucederá después. ¿Profundizará el Kremlin aún más en sus reservas de vehículos antiguos de la Guerra Fría? ¿Qué alternativas tendrán las tropas rusas en cuanto a vehículos blindados se refiere? Estas preguntas aún no tienen respuesta.
Durante años, el Kremlin ha empleado diversas estrategias para abastecerse de vehículos blindados para el conflicto en Ucrania.
Según fotografías tomadas en la línea del frente en Ucrania, se han visto al menos dos BMD-3 en acción. Los vehículos, con su diseño distintivo y armamento mejorado en comparación con otros modelos, demuestran el esfuerzo del Kremlin por mantenerse en pie. Sin embargo, queda por ver si esta estrategia será suficiente para revertir la situación en Ucrania o si será necesario buscar alternativas.
El costo humano de la guerra
En medio del análisis de las capacidades militares del Kremlin, no podemos olvidar el costo humano de la guerra. Miles de vidas han sido truncadas en ambos lados del conflicto, y la situación en Ucrania es cada vez más tensa. El sufrimiento de los civiles atrapados en medio del fuego cruzado no debe pasarse por alto.
El uso de vehículos blindados antiguos por parte del Kremlin es una muestra clara de la urgencia que sienten por mantener su presencia en Ucrania. Lo que está en juego es mucho más que el simple uso de viejas unidades de combate; es la lucha por el control y la influencia en la región. El futuro de los vehículos blindados rusos está en incertidumbre, mientras la guerra sigue su curso.
