La adquisición de nuevos aviones se vuelve urgente ante el final de la vida operativa de los cazabombarderos Kfir y las tensiones en América del Sur
El presidente colombiano, Gustavo Petro, ha anunciado su intención de encargar 16 aviones de combate Rafale a la compañía Dassault Aviation. Esta decisión surge ante la urgencia de sustituir los viejos y desgastados cazabombarderos Kfir de la Fuerza Aérea Colombiana, adquiridos en la década de 1980 a Israel. El mantenimiento de los Kfir se ha vuelto costoso debido a la dificultad de encontrar repuestos, lo que ha acelerado el proceso de sustitución programado antes de la elección de Petro como presidente. Durante este proceso, se han despertado el interés de varios fabricantes, incluyendo a Lockheed-Martin, Dassault Aviation, Saab y el consorcio Eurofighter.
España volvió a ofrecer Eurofighter EF-2000 de segunda mano a Colombia
El Ministerio de Defensa de Colombia anunció en julio de 2019 su intención de adquirir nuevos aviones de combate, lo que generó un enfoque de varias compañías fabricantes en busca de un contrato lucrativo. Entre ellos, España ofreció a Colombia la venta de 12 aviones Eurofighter Typhoon EF-2000 en febrero de 2020, pero esta oferta quedó en el olvido, ya que las conversaciones con Francia sobre los aviones Rafale no llegaron a un acuerdo debido a las limitaciones presupuestarias.
Además de Francia, también Estados Unidos y Saab han mostrado su interés en el mercado de aviones de combate de Colombia. Según el portal InfoDefensa, la Fuerza Aérea Colombiana ha recibido una nueva oferta para la venta de entre 12 y 16 aviones Eurofighter Typhoon EF-2000 «tramo 2» del Ejército del Aire y del Espacio de España, lo que supondría una posible alternativa.
Colombia se encuentra en una situación donde debe tomar una decisión rápida para reemplazar los Kfir, especialmente en un momento de crecientes tensiones en América del Sur. La búsqueda de nuevos aviones de combate se ha convertido en una necesidad imperante para garantizar la seguridad y la defensa del país.
Según Petro, «es vital para Colombia contar con una fuerza aérea moderna y eficaz, capaz de enfrentar los desafíos actuales y futuros. La adquisición de los aviones Rafale representa un paso importante en esta dirección».
El reemplazo de los Kfir se ha convertido en un asunto de urgencia, ya que el tiempo de vida operativa de estos cazabombarderos se ha agotado. Además, la dificultad de encontrar repuestos para su mantenimiento ha incrementado los gastos de la Fuerza Aérea Colombiana, lo que ha llevado a buscar opciones más modernas y eficientes.
Por su parte, la oferta de España de vender aviones Eurofighter Typhoon EF-2000 ha sido retomada. Estos aviones, de segunda mano, podrían ofrecer una alternativa interesante para la Fuerza Aérea Colombiana. Aunque las conversaciones con Francia no hayan llegado a un acuerdo, la adquisición de los aviones Rafale sigue en la mesa de discusión.
En medio de este proceso, Colombia se encuentra en el punto de mira de varios fabricantes internacionales de aviones de combate, que buscan aprovechar la creciente demanda en la región suramericana.
El reemplazo de los aviones de combate Kfir es parte de un esfuerzo continuo por modernizar y fortalecer las capacidades militares de Colombia. El país ha experimentado tensiones en la región, en particular con Venezuela, que han llevado a una mayor demanda de aviones de combate y tecnología avanzada de defensa.
La decisión final sobre la adquisición de los nuevos aviones de combate corresponderá al gobierno colombiano, que evaluará las opciones disponibles en función de sus necesidades, capacidades y limitaciones presupuestarias.